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Es la frase que se puede leer en la cristalera de la fachada del Hotel Arbaso. Un refrán que recoge la esencia del Hotel, su identidad, propósito. Su relato; un relato que rinde homenaje a nuestros antepasados gracias a los cuales somos como somos; con una identidad y cultura propias que queremos compartir con el resto del mundo. Ser verdaderos anfitriones de lo que hemos heredado de nuestros antepasados. Empezando por nuestra pasión por la gastronomía, pasando por el arte, música, deporte…Arbaso es todo eso. Y más. Es un punto de encuentro para gente local y turistas. Alrededor de la chimenea. O en el Bar Original de Narru. O mirando la Catedral del Buen Pastor desde esa habitación mágica, “Zerua” (cielo).
Todo volverá a su cauce y podremos compartir momentos en familia, con amigos. Pero para ello, hoy, todavía, tenemos que quedarnos en nuestras casas. Cuanto más responsables seamos, antes volveremos a abrir las puertas de la nuestra.
Si nosotros somos lo que somos, fue gracias a ellos, nuestros antepasados (arbasos); personas que nos dejaron como legado un mundo mejor que nosotros estamos obligados a preservar. Ellos lo hicieron. Es nuestra responsabilidad, ahora, tomar las medidas necesarias para que podamos seguir transmitiendo nuestra cultura, valores y tradiciones a próximas generaciones.
En el Hotel Boutique Arbaso, lo vamos a hacer; porque fueron, somos y queremos que sean.
26-05-2021
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