San Sebastián es una ciudad que mira al mar. Abierta al horizonte. Desde el Peine del Viento hasta el Muro de Sagües, las playas y las vistas al horizonte bordean toda la ciudad, protegidas por las montañas que hacen de la estampa de Donosti algo mágico, conjugando mar y montaña, tierra y agua. Tres playas, y todas ellas diferentes. (Y con permiso de la pequeña cala de la Isla Santa Clara).

LA CONCHA

Es probablemente la más conocida y concurrida. A cinco minutos de nuestro Hotel, desde la Barandilla que da acceso al arenal se puede contemplar una de las vistas más espectaculares de todo San Sebastián. Un kilómetro y medio de arena fina que ha sido reconocida internacionalmente durante los últimos años como una de las mejores playas urbanas del mundo.

ONDARRETA

Al igual que La Concha, esta playa se encuentra en la Bahía de La Concha. Es la playa aristocrática por excelencia. Ubicada en el barrio del Antiguo,  está cobijada bajo el Monte Igueldo y frente al Palacio Miramar, residencia de veraneo de la Familia Real durante el siglo XIX.

 Las vistas también nos regalan uno de los iconos y símbolos de la ciudad: la escultura del Peine del Viento de Chillida, donde el oleaje del agua choca contra el hierro del escultor regalándonos imágenes espectaculares.

Una playa tranquila, para disfrutar en familia y con aguas tranquilas, es el contrapunto a las imágenes de congestión que presenta La Concha.

ZURRIOLA

Al igual que Ondarreta, esta playa también está rodeada de verde: el Monte Ulía. Situada en la desembocadura del Río Urumea,  en el barrio donostiarra de Gros, es la playa más brava a pesar de la remodelación que se llevó a cabo en los años 90 para “contener” su agresividad a través de la construcción del espigón. Pero la Naturaleza siempre supera a las intenciones humanas de modificar sus reglas, y las olas de la Zurriola siguen siendo las más agresivas y retadoras de las tres playas. 800 metros de arenal del que se han adueñado los más jóvenes, con un ambiente surfero y cultural, pues no podemos dejar de mencionar el reconocido Palacio del Kursaal que se encuentra justamente en la entrada desde el Puente. Desde el Festival de Cine hasta el de Jazz, esta zona se ha convertido en uno de los lugares de moda de la ciudad.