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Este año, los donostiarras no hemos podido disfrutar del famoso cañonazo que se lanza en los Jardines de Alderdi Eder; ese cañonazo que anuncia el comienzo de la Semana Grande de la ciudad. Una semana en la que la música, eventos culturales y los fuegos artificiales toman la ciudad.
Junto con el Día de San Sebastián, el 20 de enero, estas son las fiestas más importantes para Donostia; pero muy diferentes. La primera de ellas es más participativa y local; también más emocional, con cientos de compañías que invaden la capital guipuzcoana a ritmo de tambores. La Semana Grande, sin embargo, se asemeja más a otras festividades del entorno y no goza de tanta “alma”, como nos indican muchos donostiarras.
Sus orígenes datan del siglo XIX y surge como forma de diversión para los visitantes de élite que pasaban sus vacaciones en San Sebastián, para los que se celebraban corridas de toros, carreras de caballos, conciertos de la banda de música y fuegos artificiales; tradiciones que se mantienen vigentes en una semana que siempre ha de coincidir con la semana del 15 de agosto, Asunción de la Virgen; de sábado a sábado.
Este año, la Semana Grande hubiese empezado el sábado, a la tarde, con el cañonazo tras el que se interpretaría el pasodoble que podéis ver y escuchar en el siguiente vídeo.
Aunque no haya cañonazo, ni pasacalles, ni fuegos artificiales, desde el Hotel Arbaso sí queremos decir: GORA DONOSTIA. Y, cómo no, animar a todos aquellos que quieran vivir las fiestas donostiarras, a venir en enero; esa víspera y Día de San Sebastián que revolucionan la ciudad.
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